Jornada Nómada caminando la magia que cada uno quiera experimentar



             Fotografía 
*Magnífico y precioso reportaje de Ignacio O. Muchísimas gracias, querido.
http://plus.google.com/photos/115695660064038227263/albums/6017403376055963553?banner=pwa&authkey=CP2AyaC3r9XJ-gE#photos/115695660064038227263/albums/6017403376055963553?banner=pwa&authkey=CP2AyaC3r9XJ-gE

En esta nueva jornada Nómada fuimos nueve (¡buen número!) los que nos reunimos para compartir camino por tierras de Santa María de Oia, una ruta con nombre místicamente atractivo: "Ruta máxica de Oia", sencilla y amable, sin desniveles que se pudieran considerar poco más que de dificultad baja, con unas vistas impresionantes que dejaban libres los sentidos, y sobre todo agradecidos a una ruta que venía revestida de regalo con su lacito energético y todo, de parte de una grandísima caminante amiga, la todo terreno Helena, que aunque ausente en este día porque se presentaba a una pateada de 50 kmts, no dejó de estar muy presente en mi corazón y estima por esta dádiva que nos entregaba como primicia y relevada en la cada vez más y mejor guía de Óscar, caminante intrépido con la que fue a explorarla para los Nómadas, caminante que se supera día a día en esa labor que implica llevar a una tropa camino adelante con la mejor de las intenciones, ganando en maestría con cada nueva ruta que explora, revisa y guía.

Día das Letras Galegas, o día antes


¡O meu gozo no pozo! Un ano máis vaime resultar imposible asistir a unha saída d@s Calcorreir@s nun día no que se combina máis que ben o feito de patear xunto coa literatura, celebrando así o noso día, o das letras galegas; o luns teño un exame que teño máis mal preparado que ben e nobreza obriga, aínda non fun quen de dar coa formuliña máxica esa de conseguir estar en dous actividades simultáneamente, ¡mecachis, que envexa da boa me dan!

Gracias a la vida que me entrega tanto...

 Imágenes de Ignacio O., siempre ahí para la defensa de A Serra do Galiñeiro

Gran colofón final a un fin de semana en el que la intensidad de las vivencias ha sido tal que estar viva supone mucho más que la simple noción de estarlo. Viernes y sábado ya están posados en el corazón con el sello de la alegría a las vivencias que se sienten regaladas y dispuestas a seguir favoreciendo este rumbo, dándole la oportunidad a las alegrías nuevas, a los momentos plenos, al ralentí, a la sanación que deriva de un compromiso común y al respeto a aquellos de los que algo se aprende y a los cuales algo se enseña. Dos días de convivencia en el que un encuentro planeado para dos acabó espontáneamente en la suma de un tercer, cuarto, quinto y hasta un sexto elemento, con el consentimiento unánime de fluir con las circunstancias hasta el punto de poder cambiarlas con la misma disposición con la que fue bien recibido lo inesperado en un fin de semana que nació con un objetivo dispuesto a ser flexible y resistente como un junco, y que quiso mantener ese principio se sumase quien se sumase a ese carro, tornándose una decisión que partió de dos en una implicación de seis que se mantuvo unida y no por ello revuelta, con grandes oportunidades de interactuar sin que por ello faltase espacio propio, consideración y presencia.